Wanda, (segunda desde la izquierda), en un camping con el
Cardenal de Cracovia, mientras se aproxima la noche - 1975
.
Como los miembros de la Congregación corrieron a cumplir con las órdenes de Benedicto XVI - Santo Subito– otra serie de problemas cayeron sobre sus cabezas.
La Sra. Wanda Poltawska, una psiquiatra judeo-polaca, amiga de Woytyla durante más de 55 años, publicó un libro titulado Recuerdos de las Montañas Beskidy. En ella cuenta las excursiones de todo el día y la noche hechas con Karol Wojtyla en las montañas polacas e incluye cartas personales de orientación espiritual. El Cardenal Saraiva Martins, de la Congregación para la Causa de los Santos, le está pidiendo a la señora que envíe toda la correspondencia a Roma para ser examinada. No especifica el número exacto de cartas, sino que menciona "la inmensa documentación" de la Dra. Poltawska (La Stampa, 1 de junio de 2009).
the book, Wanda presents herself as an “intimate friend” of Wojtyla. En el libro, Wanda se presenta a sí misma como una "íntima amiga" de Wojtyla. His letters to her habitually start with a Carissima Dusia [Dearest Dusia], and the familiarity between the two friends is qualified as “most personal” by Msgr. Sus cartas comienzan habitualmente con un Carissima Dusia [Querida Dusia], y la familiaridad entre los dos amigos es calificada como "muy personal", por Mons. Adam Boniecki, un viejo conocido de Wojtyla y editor durante 11 años de la versión del semanario L'Osservatore Romano en polaco. En una carta, Wojtyla escribe que fue la Divina Providencia quien le trajo a Wanda. Boniecki admite que por el tono de las cartas, Wanda parece estar enamorada [innamorata]. En cierto modo eso es amor, tal amor es la cosa más bella "(La Stampa, 2 de junio de 2009).
the book, Wanda presents herself as an “intimate friend” of Wojtyla. En el libro, Wanda se presenta a sí misma como una "íntima amiga" de Wojtyla. His letters to her habitually start with a Carissima Dusia [Dearest Dusia], and the familiarity between the two friends is qualified as “most personal” by Msgr. Sus cartas comienzan habitualmente con un Carissima Dusia [Querida Dusia], y la familiaridad entre los dos amigos es calificada como "muy personal", por Mons. Adam Boniecki, un viejo conocido de Wojtyla y editor durante 11 años de la versión del semanario L'Osservatore Romano en polaco. En una carta, Wojtyla escribe que fue la Divina Providencia quien le trajo a Wanda. Boniecki admite que por el tono de las cartas, Wanda parece estar enamorada [innamorata]. En cierto modo eso es amor, tal amor es la cosa más bella "(La Stampa, 2 de junio de 2009).
Tratando de justificar la amistad no canónica de Wijtyla con Wanda, Boniecki recuerda que esta familiaridad no se limita a ella, sino que era algo que tuvo con otras muchas señoras jóvenes, y nombra a varias. "En la post-guerra a un sacerdote que caminara por la calle cerca de una mujer hubiera sido suspendido a divinis [prohibición de administrar los sacramentos]. Él [Wojtyla] siempre se sintió libre de esa atmósfera opresiva "(La Stampa, 2 de junio de 2009).
Poltawska también se trasladó a Roma después que Wojtyla fue elegido Papa y estuvo con él durante muchos momentos cruciales de su pontificado. Para complacerla, JPII la nombró miembro de la Pontificia Universidad Lateranense, consultor del Consejo Pontificio para la Familia, un miembro del Pontificio Consejo para Obras Sanitarias, y un miembro honorario de la Academia Pontificia Pro Vida (Adista, 13 de junio , 2009, p. 4).
Quizás estos favores especiales a una vieja amiga - independientemente de cualquier posible romanticismo implícito en las cartas - podrían llamarse nepotismo (del latín nepotis, sobrinos), un conocido vicio moral de los obispos y papas, que consiste en dar privilegios desproporcionados y ventajas a sus familiares o protegidos.
We can only wait to see what acrobatic excuses the Vatican will make to prove that Wojtyla's wrongdoings were nothing but the manifestation of the greatest possible sanctity. Sólo podemos esperar a ver qué excusas acrobáticas dará el Vaticano para demostrar que estas irregularidades de Wojtyla fueron nada más que una manifestación de máxima santidad.
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